¿Deben ser Bautizados
los Hijos Pequeños de los Creyentes?
Jorge L. Trujillo
Ministerios Vida eterna
Existe división entre el pueblo de Dios en cuanto a si los niños pequeños de los creyentes en Cristo deben o no deben ser bautizados en o con agua. A continuación veremos las bases sobre las cuales ambos lados sostienen sus pensamientos y conclusiones respecto a este punto. Abundaremos un poco más sobre las bases para el bautismo de niños entre los Cristianos Evangélicos ya que esta posición es menos conocida y a menudo muy mal entendida por los que se oponen a ella. Comenzaremos dando contestación a esta pregunta:
¿Porqué bautizan bebés algunas Iglesias Evangélicas?
Lejos de lo que creen muchos dentro del pueblo Cristiano que no están muy relacionados con esta práctica, los evangélicos no bautizan niños basados en las mismas razones, ni la misma teología que la Iglesia Católica. Los Católicos Romanos creen que cuando los niños son bautizados el pecado original es removido y el alma del los niños viene a ser blanco, puro y libre de pecado. Esto es conocido como la ‘regeneración bautismal’. Los Luteranos, también creen en la “regeneración bautismal” y la remoción del pecado original por medio del bautismo; sin embargo, existe una gran diferencia entre las bases para el bautismo de niños Católico y el Protestante (Reformado, Presbiteriano, Metodista, Anglicano/ Episcopal, etc.)
Algunos han dicho que el bautismo de infantes tiene su origen en la Iglesia Católica Romana y que tal práctica es una tradición católica adoptada sin fundamento bíblico alguno por las iglesias protestantes después de la Reforma. Sin embargo, desde un estudio del tema en la Biblia y la historia, tal parece que la posición que defiende el bautismo de niños debió ser parte de la costumbre de la Iglesia primitiva y de hecho está documentando históricamente que la práctica parece haber sido común entre los cristianos mucho antes de que la Iglesia de Roma apareciera. Se dice de Policarpo quien nació en la era apostólica (tiempo de los Apóstoles) de la Iglesia y fue bautizado siendo niño:
Policarpo (69-155), un discípulo del Apóstol Juan, fue bautizado de bebé (infante)…. Justino Mártir (100-166) de la próxima generación, declara cerca del año 150 DC, “Muchos, tanto hombres como mujeres, quienes han sido discípulos de Cristo desde su niñez, se mantienen puros a la edad de sesenta y setenta años “ (Apología 1:15), Además, en su Dialogo con Trifo el Judío, Justino Mártir declara que el bautismo es la circuncisión del Nuevo Testamento
El ser hechos discípulos desde la niñez es considerado que tales fueron primeramente bautizados y luego en su crecimiento fueron instruidos en la fe Cristiana siguiendo el orden del mandamiento dado por Jesús en Mateo 28:19-20 "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado". La orden de "haced discípulos" es vista en dos etapas:
(1) Primero "bautizándolos" - comenzando por ser bautizados en agua
(2) y segundo "enseñándoles" - el discipulado por medio de la enseñanza.
¿Qué es el bautismo?
El bautismo es un acto (ordenanza o sacramento) hecho en obediencia a Dios y que sirve como señal de limpieza de pecados o pureza ceremonial de la persona se ha identificado con Cristo y su mensaje. Los que ‘confiesan’ fe en Cristo son cualificados para recibir el bautismo en agua lo cual les identifica con la iglesia de Cristo. Se espera que todos los que reciben el bautismo sean verdaderos creyentes pero eso no es posible ser determinado y existen casos en la Biblia donde los mismos apóstoles bautizaron personas que luego dieron señal de NO SER verdaderos creyentes aunque pertenecían a la iglesia de forma externa.
La Confesión de Fe de Westmister, documento aceptado en parte o totalmente por un gran número de iglesias y denominaciones protestantes dice lo siguiente sobre el bautismo:
I)...El Bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento, instituido por Jesucristo, (Mat. 28:19; Mar. 16:16), no solo para admitir en la iglesia visible a la persona bautizada, (I Cor. 12:13; Gal. 3:27, 28), sino también para que sea para ella un signo y sello del pacto de gracia, (Rom. 4:11; comp. Cols.2:11, 12), del hecho de que esta ingerida en Cristo, (Galt. 3:27; Rom. 6:5), de su regeneración (Tit. 3:5), de la remisión de sus pecados (Hehc. 2:38, 22:16; Marc. 1:4), y de su sumisión a Dios por Jesucristo para andar en novedad de vida (Rom. 6:3, 4). Este sacramento, por el mandato mismo de Cristo debe continuarse en la iglesia hasta el fin del mundo (Mat. 28:19, 20).
¿Pueden los niños recibir el bautismo?
Unos dicen que 'No'
Los Cristianos de trasfondo Bautista, los Adventistas y algunos otras denominaciones no practican el bautismo de niños. Ellos entienden que el bautismo en agua debe ser administrado basado solamente en la confesión de verdadera fe en Cristo, y es lo que se denomina "bautismo de creyentes".
Marcos 16:16
El que creyere y fuere bautizado será salvo…
La lógica sigue así: El 'prerrequisito para el bautismo es la fe' y como los niños no se pueden arrepentir y creer, no pueden ser bautizados. Pero los adultos (y niños mayores) pueden creer y por eso son bautizados. Además la Biblia en ninguna parte da ejemplos explícitos de niños siendo bautizados. Casi todos los bautismos registrados en el sagrado texto parecen ser como consecuencia a un acto de fe parte de adultos conscientes y capaces de reconocer su pecado y obedecer la orden de ser bautizados. Por lo tanto, los hijos de los Cristianos no deben ser bautizados sino hasta que estos alcancen una edad en la que puedan escoger por si mismos el ser bautizados en agua después de haber hecho pública su confesión de fe en Cristo.
En estas iglesias, en vez de ser bautizados, los niños de los creyentes son 'presentados' ante Dios en una ceremonia donde el padre y la madre (o guardián) se comprometen frente a los testigos, a discipular la criatura en el camino de la fe pero serán bautizados cuando al crecer lleguen a una edad de responsabilidad cuando puedan discernir entre el bien y el mal y decidan por sí mismos tomar el bautismo en agua como confesión de fe personal.
Otros dicen que 'Sí'
Las bases para esta creencia están puestas en el principio 'pactante' de Dios con su pueblo. Israel en el Antiguo Pacto y la Iglesia en el Nuevo Pacto. Por lo tanto los niños son considerados parte de la iglesia (congregación / pueblo) visible de Dios, y por eso pueden recibir el bautismo juntamente con (o después de) sus padres creyentes. Ahora, veremos las bases para esta interpretación.
La práctica del bautismo de niños en las Iglesias Protestantes tiene como base que la práctica del bautismo del Nuevo Testamento es correspondiente a la práctica de la circuncisión del Antiguo Testamento. Aunque no existen versos que ‘literalmente’ digan que los niños no pueden ser bautizados o que estos fueron bautizados (objeción principal de los que se oponen a esta práctica), según la visión Reformada y Protestante, la información Bíblica es suficiente para deducir que sí fueron y pueden ser correctamente bautizados los niños de los creyentes.
La Confesión de Fe de Westmister dice lo siguiente respecto al bautismo de infantes:
IV)...No solo deben ser bautizados los que profesan personalmente fe en Cristo y sumisión a él, (Marc. 6:15, 16; Hech. 7:37), sino también los niños cuyos padres son creyentes o a lo menos uno de ellos lo es, (Gen. 17:9; comp. Galt. 3:9, 14; Rom. 4:11, 12; Hech. 2:38, 39; 16:14, 15, 33; Cols. 2:11, 12; I*Cort. 7:14; Mat. 28:19; Marc. 10:13-16; Luc. 18:15).
El Nuevo Pacto es Esencialmente el Pacto Abrahámico Renovado
La base más importante para establecer la continuación de la señal sobre el pueblo de Dios en el Nuevo Pacto es que en realidad es la culminación de la promesa hecha a Abraham acerca de una nación que saldría de sus lomos. El Pacto Abrahamico tuvo su cumplimiento 'tipo-lógico' en el Antiguo Pacto (con Moisés) pero tiene su total y fiel cumplimiento en Cristo y los creyentes los cuales son considerados los verdaderos "hijos de Abraham":
Gálatas 3:16-17
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa.
La esperanza de Israel eran las promesas hechas a los Padres y ellas incluían la inclusión de "toda la familia" en el Pacto con Dios y desde un punto de vista externo, los hijos son tan partes del pacto y tan merecedores del amor divino como lo son los padres.
Relación entre el Bautismo y la Circuncisión
En el Pacto con Abraham y en el Antiguo Testamento la “señal del pacto” (circuncisión) era puesta sobre los creyentes y sobre sus hijos aun cuando estos eran muy pequeños para entender y creer como lo hacían sus padres. Un ejemplo, el apóstol Pablo establece una relación importante entre la circuncisión y el bautismo…
Colosenses 2
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.
Del este pasaje se concluye lo siguiente:
a. La circuncisión “interna” del corazón (no hechas de manos) tiene correlación directa con el “bautismo interno” del corazón el cual Dios obra por el Espíritu Santo en cada uno al momento de la fe (creer) en el poder de Dios.
b. Si el “bautismo interno del corazón” tiene una correlación directa con la “circuncisión interna del corazón” (y viceversa), esto significa que de igual manera es correcto concluir que la “circuncisión externa” tiene correlación directa con el “bautismo en agua externo”.
La circuncisión externa era una “señal de pertenencia” al pueblo de Dios. Aunque la señal significaba la necesidad de separación del pecado (quitar la carne), en ningún momento esa circuncisión externa significaba que el que la llevaba era automáticamente salvo. Simplemente daba muestra o señal de que tal persona era parte del pueblo del pacto y era santificado (separado) para Dios. Vemos por ejemplo el caso de Abraham, Dios le dijo que se circuncidara como ‘señal’ de que había sido justificado por su fe…
Romanos 4
9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
Abraham recibió la circuncisión “como señal, como sello de la justicia de la fe”. De igual manera los creyentes (los que tienen fe) del Nuevo Testamento reciben el bautismo en agua “como señal, como sello de justicia de la fe” tal como hemos visto arriba en la relación del bautismo y la circuncisión según Colosenses 2. Pero ocurre que no solamente recibió este sello Abraham (el creyente, el de la fe) sino que lo recibieron sus dos hijos Isaac y también Ismael (y sus esclavos). Todos sabemos que Ismael no era el hijo de la promesa sino que la promesa venía por medio de Isaac pero aun así éste recibió la promesa. Debemos notar que Isaac como recién nacido que era tampoco tenía capacidad suficiente para creer (tener fe) y ser justificado pero aun así recibió "el sello de la justicia de la fe" juntamente con su padre Abraham.
Génesis 21
4 Y circuncidó Abraham a su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había mandado.
¿Qué vemos? Vemos que Dios establece un principio que no había sido visto antes de Abraham. Dios comienza a relacionarse ya no más solamente con individuos sino que se relaciona con un pueblo basado en 'casas enteras'. Este pueblo de Dios es conocido como el “pueblo del pacto” y está compuesto por grupos de familias que se proponen a pertenecer a este pueblo y ser fiel al Pacto. Por esa razón, el sello incluía a los hijos del creyente Abraham igual que sus esclavos porque eran de su pertenencia (eran parte de su casa). Los creyentes en Cristo del Nuevo Testamento pertenecen al Pacto de Abraham:
Gálatas 3
6 Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia.7 Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. 8 Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones.
16 Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa.
La circuncisión fue establecida como señal de "purificación o justicia" para Abraham (como creyente) y para los descendientes de Abraham. Bajo la administración del Nuevo Pacto, como vimos arriba, el bautismo ha tomado el lugar de la circuncisión y es administrado al creyente (como nuestro padre Abraham) y a los hijos del creyente como Ismael e Isaac.
Aunque sabemos que el sello de la circuncisión en Abraham era porque había sido justificado, no podemos decir lo mismo de sus descendientes ni sus esclavos. Encontramos en el pueblo de Israel hombres que teniendo la circuncisión no guardaron el pacto. Esaú es uno de muchos ejemplos de uno que habiendo sido circuncidado vendió (despreció) su primogenitura. Y también tenemos el mandamiento del que ellos (quienes habían sido circuncidados en la carne) para que circuncidaran “su corazón”. Esto significa que no todos los Israelitas por nacimiento eran salvos como algunos presumen.
Deuteronomio 10
15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.
Dios promete circuncidar el corazón de su pueblo…
Deuteronomio 30
5 y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres. 6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
En el Nuevo Testamento el principio es el mismo, la relación de Dios con un pueblo especial es continuada. Dios se sigue relacionando con aquellos que creen y con su descendencia (su casa). Cuando el mensaje es predicado es promesa para el creyente y sus hijos…
Hechos 2 (Mateo 19:13)
39 Porque par a vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Cuando Dios santifica al creyente (hombre o mujer), santifica también “su casa” lo que incluye aun al conyuge no creyente si solamente uno de los dos viene a la fe. Los hijos de los creyentes, a diferencia de los hijos de los no creyentes son ‘santificados’ por Dios. Eso significa que los pequeños están en una relación de favor con Dios de la cual no gozan aquellos cuyos padres no son Cristianos.
1 Corintios 7
14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.
Los hijos de los no creyentes son considerados ‘sucios’ (inmundos) por Dios, mas no así los hijos de los Cristianos los cuales son llamados ‘santos’. Por lo tanto, los hijos de los Creyentes pueden ser contados como parte del pueblo de Dios y tal como los hijos de Abraham e Isaac pueden recibir el sello de la pureza del pueblo de Dios.
Ejemplos del Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento existen casos de conversiones donde se puede concluir que los bautismos de nuevos creyentes incluían los hijos de estos..
Hechos 16
14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
Hechos 16
27 Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28 Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
En ninguno de los casos arriba se nos dice si había o no había niños presentes pero la frase “todos los suyos” y “su familia” por obligación debe de incluir los niños si estos estuvieran presentes. Se suele interpretar que en estas ocasiones solo fueron bautizados los que eran suficientemente grandes en la casa del carcelero y en la familia de Lidia como para poder creer al mensaje del Evangelio predicado. Otros dicen que no había niños en la casa del carcelero (ni de Lidia) pero nada se dice de que los que estaban presentes en la casa del carcelero creyeron también, solamente se nos dice que fueron bautizados. Si los niños fuesen excluidos de este bautismo en grupo, sería muy difícil entender la frase “se bautizó él con todos los suyos”.
1 Corintios 1
16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro.
El caso de Estéfanas el cual fue bautizado con su familia por Pablo (igual que la familia de Lidia en Hechos 16:14-15) parece tener bastante peso a favor del bautismo de niños. Me parece muy claro que si alguien bautiza “mi familia”, eso debe por obligación incluir mi esposa y mis hijos (o al menos mis hijos), de otro modo no fuera “mi familia” la que hubiese sido bautizada sino “parte de mi familia". El hecho de que en la familia de Estéfanas no habían niños es defendido en base a lo que dice Pablo al final de esta misma Epístola.
1 Corintios 16
15 Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya, y que ellos se han dedicado al servicio de los santos. 16 Os ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
Se interpreta que muy difícilmente podrían haber niños bautizados en la casa de Estéfanas ya que Pablo dice a los creyentes de Corintios que se ‘sometan’ a personas como ellos (la familia de Estéfanas) ya que ellos fueron los primeros convertidos en Acaya y se han dedicado al servicio de los santos. Sin embargo es importante señalar que la palabra traducida 'familia' en este verso (16:15) es [oikia] es distinta a la palabra traducida 'familia' en el (1:16) donde la palabra es [oikos]. La palabra 'oikos' denota todos los miembros de la familia, incluyendo los menores de edad e infantes. La palabra 'oikia' es distinta. Esta se utilizaba en el mundo griego antiguo para denotar cierta característica sobresaliente en el grupo familiar. Como quien dijera la 'familia' Pérez es una muy distinguida. Esa distinción, aunque sea cierta, no incluye necesariamente los niños y menores de edad en la familia, sino solamente los adultos.
Vemos el uso de a palabra 'oikos' es utilizada en el caso de la 'familia' de Lidia que fue bautizada. (Hechos 16:15) y también en (Lucas 19:19) para denotar la salvación que llegó a la casa de Zaqueo. La palabra 'oikos' es a menudo traducida 'casa' en la Biblia.
Por otra parte, tenemos el uso de la palabra 'oikia' para 'familia' en el caso del oficial del rey quien tenía su hijo enfermo y al ser sanado por Jesús, se dice que "creyó el con toda su casa" (Juan 4:53); Lo que distinguiría a los que sí podían creer en su familia y no necesariamente a los menores que no ejercen fe todavía.
Otras citas dicen claramente que el bautismo en agua fue para el creyente y “toda su casa” y mucho más importante a favor de esta interpretación está el fuerte testimonio del silencio. Es cierto que nada se dice explícitamente que los niños de los creyentes eran bautizados pero tampoco se dice nada para que los hijos de los Cristianos se bauticen cuando lleguen a una edad de madurez o "responsabilidad". La ausencia de mandamientos en los Hechos y todas las Epístolas para que se bauticen los hijos de los creyentes cuando estos lleguen a la edad de conocimiento puede hacer aún más evidencia que los hijos de creyentes ya habían sido bautizados en su infancia. En el libro de Efesios vemos que el Apóstol Pablo da mandamiento a los niños (hijos) que obedezcan a sus padres pero nada se dice acerca de que esos niños reciban clases de bautismos para bautizarse cuando lleguen a la edad de responsabilidad. El Apóstol Juan da instrucciones a los pequeños y los jóvenes y tampoco dice que procuren el bautismo. El silencio en cuanto a esto es indicación para los que bautizan niños de que la practica de bautizar los pequeños era común en la iglesia primitiva y que por esa razón ninguno de los Apóstoles da mandamientos que se bauticen los hijos de los creyentes cuando estos lleguen a los ocho, diez o doce años de edad.
Por otra parte también entra a consideración en este tema la importante base del entendimiento apostólico sobre la fe Cristiana. Los Apóstoles no vieron el cristianismo como una "nueva religión" sino como algo que abarca la historia en su totalidad. El Cristianismo era visto por ellos como la continuación y culminación de las promesa y fe judía profetizada en Génesis 3:15, que fue establecida en el pacto con el padre Abraham y continuada en el Pacto Mosaico. Ellos veían que el cumplimiento de esas promesas culminaban en Cristo (Gal 3:17). Ahora, antes de que Cristo apareciera en escena si alguna persona 'no israelita' se convertía a la religión judía tanto él como sus hijos menores de edad estaban incluidos en esa conversión. Gracias a la fe del padre como 'cabeza de familia', tanto el como toda su casa eran considerados 'parte' del pacto y del pueblo de Dios.
La pregunta es si después que llega Cristo, la señal del pacto de pertenencia al pueblo pertenece sólo al padre o la madre creyente pero no a los hijos menores. ¿Son los hijos dejados fuera de esta relación de pacto que tienen los padres o son incluidos en ella tal como ocurría anteriormente? Al parecer la Biblia indica que la relación antes establecida en el Antiguo Pacto y mucho antes (con Abraham), continúa siendo la misma en el NT bajo el Nuevo Pacto. Si los padres tienen una nueva relación con Dios, entonces los hijos también tienen acceso a esa relación con Dios que tienen sus padres. Este parece ser el principio establecido por los ejemplos que vemos en el Nuevo Testamento. El caso de Cristo cuando entró a posar con Zaqueo, el dice Jesús le dijo: "Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham" (Lucas 19:9). Interesantemente la salvación de la casa de Zaqueo estaba fundamentada sobre el pacto de Dios con Abraham, no el pacto Mosaico. Otro ejemplo es el caso de Pedro cuando ofrece "salvación" conforme a la promesa hecha en el Pacto Davídico y la promesa de Joel concerniente al derramamiento del Espíritu Santo durante estos postreros días (Hechos 2:17) para "los que creen y sus hijos" a los que están allí (los israelitas) como a los "que están lejos" (los gentiles):
Hechos 2 (Mateo 19:13)
39 Porque par a vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Ese fue también el caso del mensaje dado por el ángel a Cornelio en cuanto a la salvación "para el y toda su casa" por medio del mensaje de Pedro:
Hechos 11:14
14 él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.
Pablo y Silas también ofrecen salvación al carcelero y "toda su casa" posiblemente sin saber cuantos hijos tenía ni de que edad eran:
Hechos 16:31
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Dada estas consideraciones, la interrogante que se levanta es la siguiente: ¿Si 'la señal' del pacto en el Nuevo Testamento no incluye los hijos de los creyentes como ocurría en el Pacto Mosáico y en el Pacto Abrahmico será posible que la familia de un creyente en el Antiguo Testamento estaba en mejor posición y era vista de mejor manera que la familia en el Nuevo Pacto?
Según la Teología del Pacto las promesas no disminuyen sino que aumentan. El mismo hecho de que los padres venían a Jesús y traían a sus hijos y el los recibía gustosamente (Mateo 19:13) muestra que estos niños son "partes del pueblo de Dios" especialmente cuando Cristo, tomándoles como ejemplo dijo que "de los tales es el reino de los cielos". Pero debemos considerar de que el reino de Dios no es de cualquier niño aunque sus padres no sean creyentes, el Apóstol Pablo nos instruye diciendo que los hijos de los incrédulos son inmundos (1 Corintios 7:14). Jesús mismo aseguró a Nicodemo que "el que no nace de nuevo no puede 'ver' ni 'entrar' al reino de Dios". Esto podría significar que los hijos de los creyentes son automáticamente 'nacidos de nuevo' cosa que no se puede afirmar categóricamente o mejor, que los niños pequeños de los Cristianos son considerados 'limpios' y 'santos' (1 Cor. 7:14) y por lo tanto 'parte' visible del reino de Dios y como tales pueden, tal como sus padres, recibir el bautismo como señal de pureza simbólica de pertenencia a ese pueblo santo - esto es lo más probable.
Conclusión
El determinar si los niños deben o no deben ser bautizados presenta dificultad para ambas partes ya que la Biblia no es 'explicita' al respecto ni a favor ni en contra. Por lo tanto, se debe llegar a una conclusión haciendo varias deduciones de la Escritura. Considero que el peso de la razón queda del lado de los que favorecen el bautismo de menores. Existe la visión dispensacionalista y anabautista que corta tajantemente con la administración anterior y desconoce las prácticas y cultura religiosa en la que se levantó la iglesia. Esta forma de interpretación favorece el bautismo de adultos y no de niños. Para ellos la iglesia no tiene conexión alguna con la fe de sus padres y es un sistema religioso que nace totalmente sin precedente alguno como algo netamente nuevo. Por otro lado, tenemos la posición de la iglesia que toma en cuenta el contexto cultura, religioso e histórico de la iglesia primitiva la cual sale de un ambiente y pensamiento altamente Judaico el cual ve el núcleo familiar como una unidad que tiene promesa de salvación en conjunto. De ahí que tanto Jesús, como Pedro y Pablo hablen de salvación para "toda la casa" a Zaqueo, que la promesa es "para vosotros y vuestros hijos" en el Sermón de Pentecostés, y que la salvación sea "para ti y tu casa" al carcelero de Filipos respectivamente.
El uso de la frase "toda su casa" podría indicar que de haber niños menores en la casa, ellos también fueron incluidos. Por lo tanto, tales hijos menores deben ser necesariamente y obligatoriamente incluidos en ese bautismo familiar. Queda entonces demostrar que en todas las casas donde se bautizaron "toda la casa", no había niños menores de edad y esa tarea es muy difícil sino imposible de hacer. La fe del padre (o madre) de familia era suficiente para asegurar la salvación a "toda su casa" como vemos en el caso del carcelero. La ausencia de mandamientos a los padres que bauticen sus hijos cuando cumplan con ciertos requisitos, favorece también a los que bautizan menores, aunque es justo mencionar que tampoco hay mandamiento para que los padres bauticen a los bebés que nazcan después de su conversión, pero esto también favorece a los paido-bautistas. Si la administración del bautismo solo a adultos (o hijos con capacidad) es algo nuevo en la historia, se esperaría que tales instrucciones fuesen incluidas; pero si lo que se sigue es el patrón establecido en el Antiguo Testamento, que el 'sello' o 'símbolo' de la justicia de la fe es administrado a los hijos que nacen a posteridad, tal aclaración o mandamiento no serían necesarios y por lo tanto no se hallan en la instrucción apostólica.
Tampoco hay ejemplos bíblicos en el Nuevo Testamento de iglesias que 'presentaran' hijos pequeños en las iglesias o congregaciones de los apóstoles. Al contrario, la Escritura nos indica que la presentación Bíblica 'es' el bautismo (o la circuncisión en el Antiguo Testamento). La iglesia neotestamentaria tiene sus raices en el Judaísmo y cuando habían conversiones de gentiles a ésta religión (prosélitos), toda la familia era bautizada. El ejemplo de Cristo tocando la cabeza de los niños pequeños y bendiciéndolos no indica que esto diera comienzo a una nueva práctica por la iglesia en que los líderes debían recibir bebés recién nacidos para orar por ellos y para bendecidles hasta que llegaran a obtener edad de conocimiento para luego ser bautizados. La Biblia no nos da indicación de que esta costumbre o práctica (aunque no tiene nada de malo) fuera incorporada al culto cristiano de la iglesia primitiva.
En fin, como hemos visto existe suficiente base bíblica para no condenar ni acusar injustamente de copiar ó seguir las tradiciones de la Iglesia Católica a los evangélicos que practican el bautismo de los niños. Existe una diferencia muy grande entre la base Teológica Católico Romana y la Teología Protestante Reformada para sostener tal práctica. Si usted no considera correcta tal costumbre eso debe respetarse pero no se debe rechazar a los otros como anti-bíblicos ya que es muy probable que tengan más razón y fundamento que los que no practican el bautismo de infantes. De igual manera debo decir que no existe razón para ‘repudiar’ a aquellos que no creen que el bautismo de niños este respaldado bíblicamente. El caso del silencio sobre el tema puede ser utilizado tanto a favor como en contra de ambas posiciones.
Para cerrar diré que creo que los Cristianos Evangélicos no debieran estar separados sobre este asunto ya que estamos de acuerdo que el bautismo en agua ‘no salva’ y es sólo un acto simbólico de haber sido purificados de pecado e inmundicia y de pertenencia al cuerpo 'visible' de Cristo que es la iglesia (1 Cor. 7:14); Y eso no afecta si es un niño de un mes, uno, dos, once o doce años o si es un adulto quien lo recibe. Sigue en pie el requerimiento que cada uno sea regenerado y 'bautizado por el Espíritu Santo' y siendo así unido al cuerpo místico de Cristo para plena seguridad de la esperanza.
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